Origen: Marroquíes Altos, Jaén.
Figurilla formada por dos piezas que se insertan en el centro mediante una espiga. Representa una figura masculina de pie, con los brazos pegados a lo largo del cuerpo y las piernas juntas. La superficie de la cabeza es casi rectangular, disminuye hacia la frente y termina en la espalda formando un ángulo recto con la parte posterior de la cabeza. La cara presenta tres orificios para la nariz y los ojos, que estarían incrustados en una sola pieza. El pelo nace sobre las cejas y se extien - de en mechones representados por incisiones distribuidas en pequeñas bandas planas y organizadas en zigzag. Algunas estrías rodean las orejas y las mejillas, como si se tratara de una barba
2
GUERRERO DE LA DOBLE ARMADURA
Origen:Cerrillo Blanco, Porcuna, Jaén.
Escultura exenta de guerrero, ataviado con la panoplia o equipo para el combate; destaca el singular casco con refuerzos metálicos y la caetra o escudo ibérico. Pieza perteneciente al conjunto escultórico de Porcuna.
3
CABEZA DE LOBO DE EL PAJARILLO
Origen:Cortijo de “El Pajarillo”, Huelma, Jaén.
Esta pieza representa a un lobo en actitud amenazante, a juzgar por la posición de las orejas -inclinadas hacia atrás-, el hocico -arrugado- y la boca entreabierta. Pieza integrante del conjunto escultórico de “El Pajarillo”.
Origen: El Engarbo, Chiclana de Segura, Jaén.
Esta pieza está incluida en el conjunto iberorromano conocido como “Tesoro de Chiclana”, formado por 61 piezas de plata, como cuencos, vasos y monedas “denarios”. Aparecen representadas dos escenas: en una de ellas, un jinete sobre un caballo y, delante de él, un jabalí y un perro, que corre en sentido contrario y gira su cabeza hacia el animal; en la otra, una figura femenina con brazos “en jarra”, ataviada con un faldellín y dos torques, que se apoya en la espalda del jinete, con dos caballos a ambos lados.
5
MOSAICO CON FIGURA DE TETHIS
Origen: Roman Villa Cortijo Puente de Armas, Bruñel, Quesada, Jaén.
Cadenetas y haces de rombos, trazan una composición de cuadrados y rectángulos, donde aparece centrado el rostro de Tethis, enmarcado en una cenefa de ovas. De su cabello surgen atributos marinos como algas o pinzas de cangrejo como corresponde a este dios del océano; y en su cuello se enrolla una serpiente.
6
SARCÓFAGO PALEOCRISTIANO
Origen: Molino del Rey, el Llanete, Martos, Jaén. 1975.
Sarcófago columnado con siete nichos o intercolumnios. Conserva la tapa tan solo a un tercio de su altura original. Muestra escenas de milagros de la vida de Cristo, como la negación de San Pedro, la multiplicación de los panes y los peces, las bodas de Caná, y demás
Origen: Aldea de la Charilla, Alcalá la Real, Jaén. 1977.
Esta pieza es normalmente identificada como una diadema, aunque también podría ser un ceñidor. Está articulada en siete piezas, de las cuales dos son intencionadamente distales y las cinco restantes tienen una falsa gema de pasta vítrea. Tiene forma de planta pentagonal, rematada en argolla soldada en sus extremos. Todas las placas son de chapa de oro, hueca en su interior. Forma parte del tesoro encontrado en Charilla, la antigua ciudad islamica de Sajral Wala
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PRIMAVERA EN LA COSTA AZUL
José Nogué Massó (Sta. Coloma de Queral, Tarragona, 1880-Huelva, 1973). Óleo sobre lienzo.
Lienzo de paisaje marítimo con composición en diagonal que equilibra los planos horizontales sugeridos por el mar y el cielo. A la izquierda aparece un estudio de árboles de diferentes especies, resaltando especialmente el almendro en flor del primer término.
Rafael Zabaleta Fuentes (Quesada, 1907-1960). Óleo sobre lienzo.
En los cuadros de Zabaleta suelen aparecer con la misma intensidad los seres y la tierra, con tintas poco matizadadas, tendiendo las formas al equilibrio simétrico. En sus obras siempre están presentes, al menos, dos generaciones, como en esta Maternidad, con sus resonancias remotas de la Virgen y el Niño.
Manuel Ángeles Ortiz (Jaén, 1895-París, 1984). Óleo sobre lienzo.
Manuel Ángeles Ortiz articula un elogio al sentimiento desnudo de adjetivos, mediante un lenguaje plástico cubista propio de su condición de artista español en la Escuela de París, por eso esta obra se convierte en un ejemplo magistral de equilibrio entre emoción y sentimiento. Percibimos las fibras del alma oriental que el artista cultivó en Granada, y que quizá le inspiraron a elogiar al Greco, en sus repetidas series de la década de los sesenta y setenta